Escribir el texto a mano. Leerlo en voz alta. Hacer esquemas… Las técnicas para memorizar textos son muy variadas y personales. Pero unos científicos de Melbourne, Australia, dicen que la clave puede estar en la tipografía.
Lo importante, según dicen, es obligar al cerebro a estar alerta para que prestemos más atención a lo que leemos.
Y lo han hecho introduciendo un pequeño obstáculo a la lectura: un espacio en blanco en el cuerpo de las letras que no evita que podamos leer la frase, pero nos obliga a hacer un esfuerzo inconsciente.
Sus creadores, un grupo de investigadores de distintas disciplinas del Real Instituto Real de Tecnología de Melbourne (RMIT, por sus siglas en inglés), aseguran que Sans Forgetica es «la primera tipografía que fue específicamente diseñada para mejorar la retención mental«.