Ambos talleres organizados por Letra Viva en Argentina, del 3-7 de julio, terminaron con un alto grado de satisfacción y un compromiso de todos los participantes a seguir mejorando los libros cristianos en América Latina.
Fue particularmente grato ver la participación de editores y diseñadores jovenes.
¡Me alegro muchísimo Ian! Un día de estos hablando con don Oscar Castillo, de Editorial Uruk, yo me quejaba de que en Costa Rica no había donde formarme como escritora y su respuesta fue: «Pues para los editores las oportunidades son aún más escasas». Así que me imagino que estos talleres constituyen un gran aporte para el gremio.