«Cognito, ergo sum» puede ser el credo occidental: «Creo, luego existo». Sin embargo, para nosotros los africanos es más acertado decir: «Cognatus, ergo sum» — «Estoy relacionado con otros, por eso existo»—, dice Justin Oforo de Tanzania.
Muchas sociedades están orientadas al trabajo en equipo; por eso, los escritores podrían preferir crear en grupo. Este fue el caso cuando conduje un taller para escritores de dos semanas en Zamboanga, Filipinas. Los guiones para dramas fueron escritos durante la primera semana, los artículos en la segunda. Los grupos produjeron varios guiones y artículos. En este taller, escribir en grupo comprendía: planear una trama o un bosquejo juntos, asignar a cada miembro una unidad de la trama o del bosquejo, escribir individualmente, juntarse para pulir las inconsistencias y establecer las transiciones.
Otro grupo podría haberse dividido el trabajo de esta manera: un escritor, varios compañeros de lluvia de ideas, investigadores, y los que apoyan en oración.
Incluso otro grupo puede constar de «un escriba y un profeta». El profeta es un predicador o maestro sobresaliente. Esa persona puede tener poco tiempo o inclinación para escribir. Él (o ella) comunica oralmente y en modo relacional. Sin embargo, su enseñanza merece una audiencia mayor. Aquí entra el escriba (una persona con talento para escribir). Con la cooperación del profeta, el escriba toma nota de sus sermones y enseñanzas. Puede entrevistar al profeta, a su congregación, sus compañeros, su familia, sus vecinos — ¡y aún a sus enemigos! El escriba luego organiza el material de un modo que resulte atractivo.
Finalmente, escribir en grupo puede involucrar la planeación de un libro y la asignación de capítulos, así como el intercambio de capítulos para edición.
Mi primera responsabilidad con el programa de publicaciones de la Cruzada Estudiantil de Filipinas me llevó a este proceso. Cuando yo llegué el equipo había terminado el primer bosquejo de un libro sobre disciplinas cristianas.
«Todos esos nuevos creyentes en las universidades… ¿cómo les podemos enseñar lo básico de la vida cristiana? Si tan solo tuviéramos un libro», se decían el uno al otro.
«Entonces tendremos que escribirlo nosotros», decidió el director, Isobelo Magalit.
«¿Cómo? ¡Ninguno de nosotros sabe escribir!»
«Aún así, debemos hacerlo. Así que tú, Leni, escribirás un capítulo sobre la seguridad de la salvación. Bert, tu escribirás sobre la oración. Jon, sobre la lectura de la Biblia. Evy, sobre el pecado y la tentación. Josie, sobre el noviazgo y el romance».
Cuando la fecha de entrega estuvo próxima, los escritores intercambiaron capítulos. Cada uno revisó el de su colega. Entonces llegué yo y como periodista profesional, elaboré el tercer bosquejo. Luego, nuestro director pulió la cuarta versión. El resultado fue el libro ¡Empieza Bien!, que ha sido usado por obreros cristianos en varios continentes.
Recientemente, los ocho escritores de Malasia con los que estuve trabajando en los últimos tres años mostraron otros aspectos de escribir en grupo, principalmente en lo que se refiere a consenso en la toma de decisiones, rendimiento de cuentas y apoyo mutuo. En su segundo año formaron la Compañía de Escritores, donde cada uno trabaja en un libro distinto pero se responsabiliza del trabajo del otro.
Para el primer libro publicado por la Compañía de Escritores: ¿Pueden dos caminar juntos? Temas en que los cristianos batallan, de Tony y Teresa Lim, el grupo escogió la portada, redefinió el título, proveyó un editor y un publicador, discutió secciones del manuscrito, dejó que los escritores se desahogaran, los acompañó durante sus bloqueos mentales, se emocionó con su inspiración creativa, y finalmente se paró en la plataforma con ellos cuando el libro fue presentado. Este grupo también se encarga de organizar retiros para escritores, que son períodos de escritura seria. Algunos duran un día, otros una semana entera.
Los beneficios de escribir en grupo son productos de buena calidad, más un proceso que se disfruta. De hecho, la interacción puede generar ímpetu, creatividad y visión.
Pero no a todos los escritores les gusta trabajar en grupo. Aún en las culturas organizadas de modo más corporativo he encontrado a personas que prefieren escribir solas. Si usted planea usar este método, pregunte a los escritores si se sienten más cómodos trabajando en grupo o solos. Luego déles la libertad de seguir sus propias inclinaciones.
El material usado en este artículo fue tomado de Capacitando líderes para escribir: Un manual mundial para capacitadores cristianos de Miriam Adeney.
Me recuerda a un experimento en nuestro grupo de mujeres. Tomamos varios pasajes sobre la vida de Marcos e imaginamos otros detalles, varias escribimos partes de un drama, otras hicieron sugerencias… y al fin preparamos un drama que se present[o en la iglesia. Creo que fue para Semana Santa.
Muchas gracias por la publicacion y la idea de trabajar en grupo , realmente importante reconocer que cada cabeza es un mundo, pero tambien entender que cuando estamos en grupo las ideas fluyen y Dios nos da la sabiduria de poder extraer lo mejor. A mi en lo personal me encanta envolverme en mis pensamientos e ideas , escribirlas y despues volver a escribirlas hasta que me convenzo de todo lo que he escrito de tal manera que me aseguro de poder estar dando lo mejor de mi, si se me presentara la oportunidad de trabajar en grupo seguramente haria lo mismo compartiria y extaria dsipuesta a ser corregida con la unica finalidad de que lo que se aporta sea algo edificante y de calidad primeramente para el autor como para el lector.